Bitácora de un huerto orgánico: Reconstruyendo el huerto...

La historia de este huerto orgánico comenzó hace como unos cinco años, cuando decidimos realizar unos cuantos tablones para la siembra de algunas hortalizas, pero fue más como un experimento y en ese entonces no nos parecía tan importante todo esto de la agricultura sostenible, de cultivar nuestra propia comida y todo eso. Así que los tablones quedaron burlados y todo este ímpetu se apagó de un momento a otro, aunque siempre nos quedó esa inquietud en el fondo de nuestras almas. 

Hace unos dos años esa inquietud volvió a surgir y empezamos nuevamente a trabajar en la reconstrucción del huerto, reconstruimos los tablones, hicimos camellones para las papas, levantamos el güisquilar, sembramos varias cosas tanto en los tablones como en recipientes de plástico, tubos de pvc, macetas y otras cosas, pero ¡oh no! el pobre huerto sufrió otro descuido y todo lo construido y sembrado se perdió. Segundo intento, segundo fallo.

Como dicen la tercera es la vencida y con el año nuevo vienen todas esas resoluciones nuevas, así que este año empezamos nuevamente a reconstruir el huerto y, ahora sí prometemos cuidarlo, amarlo y respetarlo hasta que la muerte nos separe o algo así. Espero de ahora en adelante tener  muchas cosas que contar de nuestro huerto y por qué no también inspirar a otros a realizar lo mismo en sus casas.

La siembra comenzó el domingo pasado y esperamos que todas nuestras semillas den su fruto porque no hay nada mejor que cosechar lo que cultivamos.

Creo que una excelente manera de cuidar de nuestro planeta es cultivar lo que comemos, aunque sea en espacios muy reducidos se puede cultivar cualquier cosa. Lo mejor de todo esto es que nos involucramos de lleno en el proceso, no utilizamos químicos nocivos, no matamos el suelo sino que lo nutrimos, no dependemos del mercado, gastamos menos dinero, estas son unas de las muchas razones que nos han llevado a retomar este proyecto y no abandonarlo, y si todo esto no ayuda pues también contamos con la ayuda de Ramoncito.

Mmmm no sé si Ramón piensa ayudar o no...

Hasta la próxima,

Thelma